LA ENTREVISTA DE SELECCIÓN

Es una de las claves de la selección. Es, sin duda, un momento importante porque:

• Hemos pasado la primera fase; nuestro curriculum es eficaz.
• Hemos superado, probablemente, otras pruebas.

En la entrevista lo que buscan es conocer nuestros rasgos o características personales. La entrevista de selección puede y debe prepararse de antemano.

Antes de la entrevista

• Asegurate del lugar y de la hora de la entrevista.
• Acudir a la entrevista con diez minutos de antelación. Si por una razón de peso se sabe que se va a llegar tarde, hay que comunicarlo cuanto antes a la persona que va a entrevistarnos.
• Vestir de manera correcta y prudente.
• Llevar alguna copia del currículum vitae.
• Llevar un block para tomar notas al salir.

La apariencia

El aspecto físico debe estar en consonancia con el puesto, pero manteniendo el estilo propio, sin excesos. En todo momento, uno debe sentirse cómodo. Lo más importante es aplicar criterios de sentido común.

A la entrevista conviene ir sólo para no dar sensación de inseguridad.

Si uno llega con algo de tiempo y se presenta la oportunidad, puede entablar una conversación con el/la secretario/a sobre cualquier tema. Esto resultará conveniente, no sólo porque favorece la relajación y permite ofrecer una imagen de persona cordial y amistosa, sino porque se puede obtener información sobre la empresa.

Cómo tomarse la entrevista

• Con confianza. La empresa desea conocer al candidato y saber si cumple los requisitos del puesto. Pero el candidato también quiere conocer a la empresa, saber si el puesto tiene futuro, si le interesan las condiciones, en definitiva, si merece la pena aspirar a esa vacante.

• De forma cordial. Es recomendable una actitud cordial, que facilite el trabajo de la otra persona y que mejore las perspectivas del solicitante de empleo.

Durante la entrevista

• Saludar a la persona que va a entrevistar con su nombre, si se la conoce, mirándola a la cara, apretándole la mano de una manera enérgica (pero no excesiva). No olvidar que la primera impresión es decisiva.
• No fumar aunque nos lo ofrezcan.
• Adoptar una postura relajada sin exagerar.
• El tiempo de la entrevista está limitado, no debemos perder de vista nuestro objetivo: convencer a nuestro interlocutor de nuestras cualidades y demostrarle nuestro entusiasmo por trabajar en su empresa.
• No interrumpir a la persona que nos entrevista, sin quedarnos callados. Tampoco debemos hacernos repetir cada pregunta.
• En el momento de la entrevista debemos tener presente las características personales que pueden ser mejor valoradas por la empresa.
• Conviene tener preparadas las preguntas que vamos a hacer al entrevistador sobre la empresa, ya que con ellas demostraremos nuestro interés por conocer mejor la empresa proyectándonos como futuro empleado. Las preguntas pueden aludir a los planes de formación, crecimiento de la firma, características del puesto, etc.
• Debemos tener las ideas claras para reponder a las preguntas que puede plantearnos el entrevistador. Sobre todo, siempre debemos responder positivamente sobre nosotros mismos, por lo que deberemos convertir aspectos negativos en experiencias enriquecedoras.

Clases de entrevistas

Hay tres:

1) Directiva: El/la entrevistador/a dirige la conversación. En esta entrevista se hacen muchas preguntas a las que hay que contestar siempre. Se parece a un interrogatorio.

2) No directiva: Se hacen pocas preguntas y muy generales. Hay que tener capacidad de expresión, organizar las respuestas, enlazar unos temas con otros, etc.

3) Mixta: Mezcla de directiva y no directiva; es la más normal. En algunos momentos hacen muchas preguntas, pero en otros es el entrevistado quien puede extenderse.

Las preguntas

Suelen girar en torno a los siguientes temas:

• Estudios y cualificación posterior (cursos de especialización, ocupacionales y otros).
• Historial profesional (en qué trabajaste, por qué cambiaste o dejaste el empleo, cuánto tiempo llevas en paro...).
• Familia (con quién vives, si tienes proyectos de matrimonio, etc).
• El tiempo libre (a qué lo dedicas, actividades fuera del trabajo, tus aficiones).
• Valores y opiniones en general (¿Qué piensas de ...?¿Cómo te ves a ti mismo? Cuidado con estas preguntas porque pueden aparecer a lo largo de toda la entrevista).
• Salud y resistencia física.

Al final de la entrevista

• No conviene que nos vayamos sin conocer todos los datos sobre la próxima etapa del proceso de selección: dónde, cuándo, con quién tendrá lugar.
• Cuando el entrevistador dé por finalizado el encuentro, si no ha mencionado nada sobre los próximos pasos a seguir, nos interesa tomar la iniciativa preguntándole directamente en qué consiste la próxima etapa de selección.
• Nosotros mismos podemos evaluar el éxito de la entrevista, resaltando los puntos positivos y negativos del encuentro. ¿Cuáles fueron los temas que interesaron más a nuestro interlocutor, los que le aburrieron o decepcionaron?
• Apuntaremos nuestras conclusiones, indicando los puntos que tenemos que mejorar para futuras entrevistas. Debemos conservar esta hoja de evaluación.