PONTIFICIA
Y REAL COF. DE NTRO. PADRE JESUS NAZARENO Y NTRA. SRA.
DE LA MISERICORDIA
En
visita pastoral el nuevo obispo diocesano don Pedro
de Carvajal, celebra visita pastoral el día 1 de julio
de 1608 en la parroquia de Santiago, donde canónicamente
estaba establecida la Cofradía de la Misericordia que,
en los años inmediatamente anteriores y bajo la mayordomía
de Cristóbal Gutiérrez parece que llevaba una vida lánguida,
limitándose a cumplir lo relativo al enterramiento de
sus cofrades y encomendados y a la celebración de la
Fiesta, con sermón, el día de la Purísima.
Al parecer el, a la sazón, mayordomo Juan Martín Ojalvo recibió orden del Obispo de adquirir, por trescientos reales, al escultor Tomás de la Huerta la imagen de un Cristo que se hizo para la cofradía, por mandato de Su Señoría, para la procesión de los nazarenos ciue se saca la semana santa”. Sin que la frase “para la procesión de los nazarenos que se saca la semana santa, presuponga la preexistencia de dicho desfile procesional, como lo prueba el que el domingo 8 de marzo de 1609 se reunieron varios clérigos y seglares para organizar la primera procesión con la imagen de Jesús Nazareno, tomando las disposiciones necesarias, atento tiene muchos hermanos, cada año se hacia procesión el viernes santo al romper el alba.
Comisionándose, para ir a Coria y obtener los permisos eclesiásticos necesarios, para hacer la nueva procesión, a Melchor Carrillo.
El 12 de abril, sin embargo, se acuerda que , por ahora respecto de algunos inconvenientes, que se ofrecen:- la procesión saliese el miércoles santo en la noche, a las nueve, tras un sermón.
En el desfile procesional se disponía llevar por insignia la imagen de Cristo Nuestro Señor, con su cruz a cuestas en significación de guando y va por la calle del Amargura, además de la imagen titular de la cofradía, visitando las cuatro parroquias para hacer estación ante el Santísimo Sacramento.
Los inconvenientes que exigieron el cambio de fecha y horas, podrían derivarse de la coincidencia con la que organizaba la Cofradía de la Soledad para llevar hasta el Calvario la imagen del Cristo Yacente o de la prohibición que el reciente Sinodo había formulado sobre la celebración de procesiones nocturnas.
Estaba previsto que en el primer desfile procesional de esta Cofradía, como penitencial: El estandarte lo llevaría un caballero; los cuatro diputados portarían las andas de Nª. Sra. de la Misericordia; cuatro hombres, ciudadanos, que se eligieren llevarían la del Nazareno y a mas IMÁGENES que se hicieren. Para llevar el pendón se nombró a don Gabriel de Saavedra y para regir la procesión se designó a don Juan de Carvajal y al alférez perpetuo de esta Villa, don Pedro Rol de Ovando. Su hábito morado se conserva para los hermanos de carga, sólo que el cíngulo de esparto con que se ceñia al cuerpo ha dejado de serio de tal materia para ser sustituido por lana amarilla.
El 30 de noviembre de 1618 se forman nuevas ordenanzas en las que la Cofradía ya se intitula: DE LA MISERICORDIA Y DE LOS NAZARENOS.
En 1771 las Ordenanzas de la Cofradía de Jesús Nazareno resultaban poco inteligibles. Por ello el 15 de Noviembre se reunían en la capilla de Jesús Nazareno y N’.S’. de la Misericordia, el mayordomo, el diputado mayordomo y los alcaldes. Entre las novedades introducidas era que la procesión de Semana Santa saldría a las cuatro de la tarde del Miércoles Santo, tras el oficio de tinieblas y sermón; además de la Fiesta de la Inmaculada, celebraría la Cofradía la de la Exaltación de la Cruz (14 de Septiembre). El día de la Purísima se realizaría otra procesión con la imagen de Nª. Sra. de la Misericordia, que también se procesionaría el día de la Octava del Corpus. Estas Ordenanzas se tardó años en aprobarlas, pues no lo fueron hasta el 26 de agosto de 1775. Año en el que la Cofradía encarga una Cruz de carey , con remates y cantoneras de plata, al artífice sevillano Pedro Barrés, para la imagen de Jesús Nazareno.
En 1806 se conceden a esta cofradía nuevas indulgencias a lacar el día de la Exaltación de la Cruz.
Se le discute en 1833, por la restaurada Cofradía del Espíritu Santo, los derechos a un vínculo, creado por don Andrés Andrada, y cuyo usufructo detentaba. En 1836 falleció doña Josefa Mostazo y con ello el vínculo creado por Andrés fue disputado a la de Jesús Nazareno por la del Espíritu Santo, pues fallecida la Señora Mostazo era a esta ultima a la que lee pertenecía. La de Jesús Nazareno, oponiéndose a dicha pretensión alegaba que la del Espíritu Santo y Nª. Sra. del Buen Suceso, prácticamente no existía y que su apresurada creación se debía al exclusivo deseo de conseguir aquellos bienes.
Pasaba la Cofradía por momentos graves en lo económico, tanto que su renta de 235 reales de réditos que no le alcanza para cera y aceite y las fiestas que celebra y gastos indispensables del miércoles santo.
Es lógico que, de este modo, la vida interna de la cofradía perdiese vitalidad y contenido hasta el punto que entre 1901 y 1915 apenas existe, reducida a su director espiritual y mayordomo. Sin embargo son años en los que la Cofradía aumenta su patrimonio artístico, así en 1904 se adquiere la imagen de María Magdalena, en 1914 se incorpora a su desfile procesional el paso de ‘Las Angustias’, adquirido en una exposición de arte religioso por el Rvdo. Sr. D. Santiago Gaspar, a la sazón ecónomo de Santiago. Y en 1916 doña Trinidad Cotrina regala “La Santa Mujer Verónica”.
Durante la mayordomía de don León Leal Ramos comienza a renacer la Cofradía a la que se dota de nuevos estatutos.
En la Semana Santa de 1927, siendo mayordomo don Julián Murillo, se establece una nueva procesión, LA DEL SILENCIO, adquiriéndose la imagen de Nª. Sra. De la Misericordia, cotitular de la Cofradía. Con esta procesión se renovaba el espíritu penitencial de la Hermandad y con la nueva imagen se intensificaba el culto a su primitiva advocación. Adquiriéndose el paso del Calvario durante la misma mayordomía y volviendo los encapuchados a nutrir las hileras que dan escolta a las sagradas imágenes.
Las convulsiones político – sociales que vive España en los años treinta obliga a la suspensión de las procesiones de Semana Santa en 1932, la cofradía que nos ocupa el 7 de marzo de dicho año tomó la decisión de no procesionar a sus pasos tradicionales en la madrugada del Viernes Santo. Decisión que fue seguida por las dos restantes, quedando Cáceres, como en 1809, ante el inminente ataque de la Francesada sin sus procesiones de Semana Santa.
Em 1934, el Ayuntamiento Cacereño negó la asistencia de la Banda Municipal de Música a las procesiones, alegando inconstitucionalidad, siendo la del Regimiento la encargada del acompañamiento musical de los desfiles pasionistas.
Fue necesario modificar el tradicional itinerario de la procesión de la Madrugada del Viernes Santo, suprimiendo del mismo la Cuesta de la Compañía, a causa de la modificación introducida en el perfil de la misma con la construcción de una escalinata en su porción última. Estableciéndose así el itinerario que hoy se sigue, pero perdiendo el que tradicionalmente se había recorrido.
Fueron los desfiles procesionales de aquel año pródigos en el canto de saetas, a causa de la existencia de un gran contingente de soldados andaluces en la guarnición de Cáceres. Ese mismo contingente, que había adornado el paso de Nª. Sra. de la Misericordia, pidió y obtuvo el honor de ser ellos los encargados de entrar el paso en el templo de Santiago, cerrando así los desfiles procesionales de aquel año. Novedad importante se produce en 1940, siendo obispo diocesano Fray Francisco Barbado Viejo, con el establecimiento del Besapiés de la imagen de Jesús Nazareno en el primer viernes de Cuaresma.
En la Semana Santa de 1941, se establece la salida de la Procesión a la una de la madrugada y se busca un itinerario que se juzgó más cómodo, soslayando los Adarves y la Cuesta del Maestre, pero cuando sobre los dieciocho hombres, que portaban el paso del Calvario, se dejaron sentir las penalidades pasadas y las privaciones presentes, a duras penas alcanzaron el alto de la calle de Gral. Margallo.
Conoce la Cofradía una inusitada importancia en los años cincuenta, bajo la mayordomía de don Santos Floriano Cumbreño y el entusiasta trabajo de una nueva directiva en la que cabe destacar la ilusión y el trabajo, puesto a contribución de ello de Manuel Álvarez Almenara. Nunca en la Cofradía habían procesionado un número tan cuantioso de hermanos de escolta, como los que por aquellos años lo hicieron, con la novedad de muchas hermanas penitentes.
Ya en 1947 se habían adquirido nuevas andas para la imagen de Jesús Nazareno y, al comienzo de los cincuenta, había dejado de ser habitual el concurso de hermanos sin hábito para portar determinadas imágenes, tal como había sido frecuente hasta 1949.
En 1953 se estrena la actual Cruz de Guía, siguiéndose con una renovación de las andas, ampliando las de todos sus pasos procesionales, tarea a la que quedó vinculado el nombre de un tallista y carpintero local, Venancio Rubio.
Del mismo modo que, la concurrencia de un número ingente de hermanos de carga hace necesario ampliar el número de pasos pues, a pesar de las ampliaciones de las andas, aquellos desbordaban las necesidades de la Cofradía. Es por lo que se adquiere el paso de “La Caída”, incorporándolo al desfile procesional de la Madrugada del Viernes Santo, que así contaba con siete pasos. Hoy lo hace con ocho, por incorporación de la “Exaltación de la Cruz”, que se adquirió, también en aquellos años de los cincuenta, para desfilar en la procesión del Silencio que tradicionalmente iniciaba su desfiles procesional a las doce de la noche del Viernes Santo, pero que con las Reformas Litúrgicas llevadas a cabo al final del pontificado de Pío XII, al declararse el Sábado Santo día de luto, fue trasladado a la tarde de dicho día sumándose entonces a su desfile procesional al citado paso de la Exaltación de la Cruz.
Si en los primeros años de aquella reforma la Vigilia Pascual se celebró puntualmente a las doce de la noche. Con el tiempo esta Liturgia se fue adelantando en muchos templos con lo que era un contrasentido un desfiles penitencial en la calle, mientras en el templo se entonaba el Aleluya pascual y las campanas tocaban a gloria.
La procesión se trasladó entonces a la tarde del Lunes Santo y después a la del Domingo de Ramos, procesionando en ella la imagen del Señor Caído, tal se hace. Mientras, el paso de la Exaltación de la Cruz pasó a ser procesionado en la de la Madrugada del Viernes Santo, como se ha adelantado.
Cuenta actualmente esta Cofradía con casi tres mil hermanos.
Durante tres siglos no conoció Cáceres otras cofradías penitenciales, pero sí conservó estas tres cofradías que, salvo en casos extremos, no dejaron de hacer acto de presencia en las calles de la Ciudad, con sus desfiles procesionales, ni de celebrar cultos en honor de sus advocaciones titulares. |