COFRADIA DE LOS RAMOS, NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA Y CRISTO DE LA BUENA MUERTE

Cristo de la Buena Muerte

Crucifijo de bulto redondo y tamaño natural. Procedente de un taller salmantino. Llegó a Cáceres en 1661 gracias a las limosnas recaudadas por doña Inés de Vargas, mujer de piedad acendrada, que gozó de santidad entre sus contemporáneos. Para su entronización en San Juan, fue trasladado procesionalmente desde la iglesia del desaparecido convento de la Concepción, el 15 de mayo de dicho año, escoltado por un tercio de infantería del Estado de Milán que se encontraba a la sazón en Cáceres.

Fue venerado en la capilla funeraria de los Saavedra, hasta la reforma del templo parroquias de San Juan efectuado en los años sesenta del presente siglo en que, por supresión del retablo mayor, pasó a presidir el presbiterio, donde se encuentra. Al organizarse su cofradía el lo de diciembre de 1940, se incorporó a las procesiones de Semana Santa desde el año siguiente. Fue restaurado en 1990, por el taller Gótico de esta capital.

Antiguamente, su advocación era la de Cristo del Pardo, aunque y a comienzos del siglo XX, se le conocía por la actual de Cristo de la Buena Muerte.

Imagen de acendrado realismo, como es característico de la imaginería castellana, representa a Cristo en el momento de la muerte.

Virgen de la Esperanza

Responde al tipo de imágenes de candelero. Tallada en 1949 por el artista cacereño José García Bravo, afincado en Madrid.

La gran belleza plástica de la imagen se ve realzada por el paso de palio en alpaca plateado, de estilo renacimiento español, realizado por el orfebre sevillano, de reconocido prestigio, Manuel Román Secos y estrenado en 1960 junto con la cruz de guía y los faroles que la acompañan de idénticas características. Se completa el conjunto con un manto de terciopelo verde, de espléndidos bordados en oro, estrenado en 1961, con la corona de plata sobredorada. En 1998, ha estrenado el candelero y la peana, confeccionados por Manuel de los Ríos Orfebrería Andaluza. La adquisición del paso de palio fue muy discutida en su época en los círculos cofradieros, pues por entonces se habían suprimido de las restantes advocaciones mañanas que realizaban estación de penitencia. Durante casi cuarenta años, la Virgen de la Esperanza ha sido la única que procesionaba con palio.

Se expone al culto permanentemente en la capilla de los Saavedra de la parroquia de San Juan, en un retablo barroco, que antaño albergó a Nuestra Señora de la Concepción.

Cristo del Perdón

Imagen de vestir que representaba a un nazareno habérsele suprimido la cruz que portaba en el hombro, procesiona bajo la iconografía del Señor Cautivo. Datable en el último tercio del siglo XVII, procede de la antigua parroquia de Granadilla. Estilísticamente hay que relacionarlo con la escuela salmantina interior a la llegada de los Churríguera.

Por cesión del obispado de Coria – Cáceres, procesiona, desde 1996, el Martes Santo, reemplazando El Cristo de la Buena Muerte que desfilaba dos veces, desde que a comienzos de los años y que se ha cedido a una parroquia de la periferia madrileña Se expone al culto permanentemente en la capilla de los Saavedra de la parroquia de San Juan.

Pertenece a esta Cofradía el grupo en escayola de la Entrada de Jesús en Jerusalem adquirido en 1947 en talleres de Olot.