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EXCMA. E ILUSTRE COFRADIA-HERMANDAD PENITENCIAL DEL SANTISIMO CRISTO DE LAS BATALLAS Y MARIA SANTISIMA DE LOS DOLORES
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Santísimo Cristo de las Batallas
Realizado
en 1954 por el escultor Antonio Arenas Martínez, profesor
de la Escuela de Artes y Oficios de dicha capital, por
encargó de los Caballeros Mutilados de Guerra, fundadores
de la cofradía. Costó 15.000 pesetas. Para su ejecución,
se inspiró en el busto de terracota que se venera en
el convento de las dominicas de la ciudad de Avila,
el cual llevaban los Reyes Católicos en sus campañas.
La imagen, de bulto redondo, representa a Cristo con la cruz a cuestas en su caída. Se expone al culto permanentemente en la Concatedral de Santa María, en su altar del sotocoro. |
Nuestra
Señora de los Dolores
Bellísima imagen de candelero, finales del siglo XVIII,
de escuela madrileña. Antes de incorporarse a los desfiles
procesionales de esta Cofradía, en 1986 lo hizo ocasionalmente
con algunas otras en los años 50, en momentos de gran
auge cofradiero.
En 1987, fue restaurada en Sevilla por el imaginero Francisco Berlanga de Avila, quien suprimiendo todo el dramatismo inherente a la escultura castellana, suavizó las facciones e idealizó el dolor a la manera de la escuela sevillana.
Conserva una diadema de ráfagas en plata de ley de finales del siglo XVIII.
Procesiona con una magnífica diadema en plata de ley, con algunos detalles sobredorados, que en 1988 se encargó a Manuel de los Ríos Orfebrería Andaluza.
Recibe culto permanentemente en la Concatedral de Santa María. |
Nuestra
Señora del Buen Fin
A partir de una mascarilla del siglo XVI, procedente
tal vez de la Virgen de la Caridad, entre 1989 y 1990,
el imaginero sevillano Francisco Berlanga de Avila realizó
la imagen que actualmente procesiona al Sábado Santo.
Desde 1987 a1989, lo había hecho la antigua imagen de esta advocación, conservada en el convento de Santa Clara, que desde 1660 hasta finales del siglo XIX lo habían hecho con la Vera Cruz.
La actual porta corona de espinas y avanza desde la céniz desnuda, de la que pende un sudario de lino con grandes puntillas de bolillo.
La imagen se guarda en el convento de las religiosas jerónimas de esta capital. |
Cristo del Refugio
Crucificado de grandes dimensiones, con cruz arbórea,
que junto con la imagen del Señor de la Columna que
se conserva en el Casar y otra de la Virgen Dolorosa,
encargó en tomo a 17770 don Esteban Loaysa para la fundación
en Uceres de una Escuela de Cristo, que no llegó a tener
efecto . Su autoría hay que atribuírsela el escultor
portugués José Proenza, afincado en Cáceres, debido
a las grandes concomitancias que presenta con otras
obras de este autor.
La viuda e hijos de Loaysa la cedieron a la parroquia de San Mateo, colocándose en 1800 en la ermita de San Ildefonso, posteriormente en las Candelas y desde mediados del siglo XIX pasó a presidir el altar mayor de la iglesia del desamortizado convento de San Francisco, donde permaneció hasta su conversión en auditorio en 1980, siendo retirado a la capilla de los Peña, que sirve de almacén.
En 1990 fue restaurado con el fin de incorporarlo a la procesión del Lunes Santo de la Cofradía de las Batallas.
Se encuentra expuesto permanentemente en la antigua sacristía , hoy Sala del Museo de la Concatedral de Santa María. |
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