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 BODAS
DE PLATA DE LA CORONACIÓN CANÓNICA
Se pretendió por parte de la comisión organizadora que estas fiestas fueran semejantes a las de la Coronación. Se organizó un apretado programa de actos religiosos, literarios y musicales.
El pueblo de Cáceres, también quiso sumarse en algo que perpetuara las fiestas, (como ocurrió en las de la Coronación, al adquirir la corona por suscripción popular) y surgió la idea de que esta vez el regalo fuera un manto de gran valor artístico, como ofrenda de la ciudad a su Patrona; y que dicho manto fuera adquirido también por suscripción popular.
Salió la Virgen del Santuario el día 2 de octubre de 1949. En Fuente Concejo, fue recibida por las autoridades civiles y militares. Portaba la Sagrada Imagen el rico bastón ofrendado por el General Rosaleny. Llegó a las 20’30 horas a la Plaza Mayor, siendo colocada en un altar ante el Ayuntamiento. Se cantó la Salve y se procedió al traslado hasta Santa María, donde el Vicario Capitular, Sede Vacante, Dr. D. Antonio Conde Basanta, habló pidiendo a la Virgen que derramara sobre todos sus gracias y sus dones. Siguiendo con los actos religiosos, el Solemne Novenario comenzó el día 3, siendo predicado por el P. Eduardo Rodríguez, S.I. y el P. David de la Calzada, Capuchino de oratoria impresionante. Las fiestas religiosas con Misas de la mañana, fueron dedicadas por corporaciones y fieles y la sabatina por el Tercio de Fronteras y Comandancia de la Guardia Civil Rural. También se celebró vela nocturna y diaria a cargo de los Hermanos de la Cofradía.
Los actos culturales, especialmente literarios, comenzaron el día 5 con la representación del auto sacramental “Virgen de la Montaña”, en la Plaza de Santa María, por el grupo artístico de Educación y Descanso. Dicho auto está basado en el famoso libro de poemas, dedicado a la Virgen de la Montaña, Cantos Populares, de D. Antonio Hurtado, adaptado y escenificado bajo la dirección de D. Miguel Muñoz de San Pedro. El día 7 se representó en el Gran Teatro “Milagro de Navidad”, de D. Miguel Muñoz de San Pedro, basada en A Chrismas Carol (Cuento de Navidad) de Charles Dickens. El día 11 se celebraron los juegos florales de las bodas de plata de la Coronación con la asistencia del Excmo. Sr. Obispo de Plasencia, acompañado del Ilustre Sr. D. Rafael Valencia Pastor, Arcediano de Coria y Secretario del Obispo. En el escenario aguardaban el Presidente de la Comisión Organizadora y Párroco de Santa María, D. Elías Serradilla Vega, quien dirigió unas palabras a los asistentes para explicarles el sentido del acto. Seguidamente, el Secretario del Jurado, D. José Luis Cotallo, dio lectura al acta del jurado que por unanimidad había adjudicado la Flor Natural a: “Poema Teologal y Cardinal de la Virgen de la Montaña”, de D. José Antonio Ochaita de Madrid. Terminada la entrega de premios, las autoridades acompañaron al bajar del escenario a la corte de amor formada por señoritas de Cáceres, Badajoz y Trujillo. Seguidamente el Sr. Ochaita y otros galardonados recitaron algunos de los poemas premiados. Finalmente, el Sr. Elviro Meseguer, Alcalde de Cáceres y Mantenedor de los Juegos Florales, pronunció un magnífico discurso en el que cantó las glorias de la Santísima Virgen.
A las diez de la mañana del día 12 de octubre de 1949, día elegido para la conmemoración del XXV Aniversario, se celebró Solemne Misa Pontifical, por el Obispo de Salamanca, antes de Coria-Cáceres, Fray Francisco Barbado Viejo, predicando el Obispo de Plasencia, Dr. Pedro Zarranz y Pueyo. Asistía el Ayuntamiento en Corporación y presidía el Vicario Capitular, D. Antonio Conde Basanta. Terminado dicho acto, se organizó la procesión hasta la Plaza Mayor, en la que se celebró el acto en el que el Alcalde, Sr. Elviro Meseguer, ofreció el Manto regalo de la ciudad a su Patrona. Mientras las bandas de música interpretaban el Himno Nacional, era colocado el manto sobre la Sagrada Imagen por los Prelados de Salamanca y Plasencia, la Camarera de la Virgen y el Secretario de la Cofradía, D. Agustín Jiménez. Terminó el acto con la bendición al pueblo por el Obispo de Salamanca, entonándose seguidamente la Salve. Al final de la misma se inició la procesión de regreso al Santuario.
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Coronación Canónica
