HISTORIA DE LA
CORONA
Fue el regalo conmemorativo del pueblo de Cáceres a su Patrona en
su Coronación Canónica (1924). Su artífice, el orfebre D. Félix
Granda de Madrid.
El Sacerdote D. Antonio Arfe señaló:
“Hacemos una corona para colocarla sobre su cabeza, una aureola que la circunda, unos zarcillos que descienden desde la corona y recuadran el óvalo de su cara, un collar para su cuello, un cetro para su manto y una corona para su Santísimo Hijo”.
El orfebre, D. Félix Granda, en la descripción de la Corona y su simbología señala que en su centro tiene cruces de rubíes (sangre), una azucena (pureza) y diamantes (fe, dulzura, fortaleza, templanza y pureza). Sobre la azucena, una paloma (Espíritu Santo) en el centro del nimbo, del que irradian siete ráfagas de luz y fuego, siete llamas matizadas de rubíes, que representan la plenitud de los dones del Espíritu Santo.
La Corona, en su aureola, lleva grabados los nombres de las personas y fechas relacionadas con la Coronación. También hay citas bíblicas tomadas del Cantar de los Cantares como:
- “Veni de libano sponsa mea, veni de libano coronaberis”.
( Ven del Líbano esposa mía, ven del Líbano y serás coronada).
- “Ave Maria gratia plena, Dominus tecum”.
( Dios te salve María, llena eres de gracia).
- “ Spiritu Sanctus supervinet in te, et virtus Altisimi obumbrabit tibi”.
( El Espíritu Santo te sobrevino, y la virtud de Dios te llenó).
Esta última cita se puede leer alrededor de la paloma que cima la corona.
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